Dredd y Johnny Alpha se enfrentan a un apocalipsis zombi que sacude los cimientos de 2000 AD.
Reseña del cómic JUEZ DREDD: DÍA DEL JUICIO de Garth Ennis, Carlos Ezquerra, Peter Doherty, Dean Ormston, Chris Halls y Anthony Williams y publicado por Dolmen Editorial | Ep. 3×008
El cómic DÍA DEL JUICIO, publicado originalmente en 1992, es una de las apuestas más ambiciosas dentro del universo de Juez Dredd, un evento que no solo cruzó los caminos de dos títulos emblemáticos de 2000 AD (la serie principal de Dredd y su spin-off, Juez Dredd Megazine), sino que también unió a dos de sus personajes más icónicos: el implacable Juez Dredd y el cazarrecompensas mutante Johnny Alpha, protagonista de Perro De Estroncio. Bajo la pluma de Garth Ennis, con colaboración de John Wagner en la trama, esta saga buscaba elevar el listón narrativo con una premisa descomunal: un nigromante de escala mundial desatando el infierno sobre la Tierra… de manera totalmente literal.
El villano de turno, Sabbat, un antiguo enemigo de Johnny Alpha que ahora se hace llamar «el Necromagus», logra la hazaña terrorífica de resucitar a los muertos de todo el planeta. El resultado: sesenta millones de zombis marchando sobre las megaciudades, y un conflicto que escala con rapidez desde un misterio en la Tierra Maldita hasta una guerra total por la supervivencia de la humanidad.
La historia arranca con potencia: los jueces investigan una misteriosa desaparición en una colonia minera, lo que pronto se convierte en una lucha desesperada para contener una horda de no-muertos que amenaza con penetrar las murallas de Mega-City Uno. Las escenas iniciales son intensas, repletas de acción, disparos a la cabeza, sacrificios heroicos y una atmósfera apocalíptica. A esto se suma un dibujo impactante en los primeros capítulos, particularmente gracias a la detallada y envolvente prosa visual de Peter Doherty.
En palabras del propio Garth Ennis, DÍA DEL JUICIO se aleja de la sátira mordaz que suele caracterizar a Dredd para convertirse en un espectáculo juvenil, precursor torpe de ideas que desarrollaría con más madurez en obras como PREACHER.
El punto fuerte de este crossover es sin duda el encuentro entre Dredd y Alpha, quienes a pesar de sus diferencias deben trabajar juntos para acabar con Sabbat. Ambos personajes poseen personalidades dominantes y conflictos morales muy marcados, por lo que su interacción añade una capa interesante al conflicto. Su relación, lejos de ser amigable, se basa en el respeto mutuo a través del combate. El enfrentamiento directo entre ellos, que supone uno de los grandes atractivos de la historia, es tan inevitable como satisfactorio.
Aunque no se explora en profundidad, la rivalidad entre estos dos titanes del universo 2000 AD sirve como una especie de alivio dentro del caos general, y otorga a la historia cierto dinamismo emocional en medio del desfile constante de explosiones y muertos vivientes.
Uno de los aspectos posiblemente más controvertidos de DÍA DEL JUICIO es el apartado artístico, debido a la variedad de dibujantes involucrados. Carlos Ezquerra, creador visual de ambos protagonistas, ofrece algunas de las mejores secuencias del volumen, especialmente durante las batallas a gran escala y las escenas de desesperación en Mega-City One. Su estilo es musculoso, enérgico, perfectamente adecuado para una historia de estas dimensiones.
No obstante, otros artistas como Dean Ormston y Chris Halls (quien más tarde tendría una carrera notable en cine y videoclips) presentan estilos más dispares. El resultado es una cierta inconsistencia estética que puede desconcertar, sobre todo al ver que Johnny Alpha cambia de peinado varias veces dependiendo de quién lo dibuje. Aunque Doherty ofrece una introducción atmosférica y técnicamente admirable, se nota que su trabajo inicial fue más elaborado que sus páginas finales, probablemente debido a las exigencias del ritmo de publicación.
A diferencia de otras historias de Dredd como THE APOCALYPSE WAR, DÍA DEL JUICIO deja de lado la crítica social y la sátira mordaz que suelen estar en el adn del personaje. Aquí, Dredd es más un símbolo de pura fuerza y resistencia que un reflejo distorsionado de la justicia autoritaria. Ennis lo retrata como un antihéroe casi unidimensional, más preocupado por erradicar zombis que por cuestionar el sistema que representa.
A pesar de su escala colosal, que abarca incluso la representación de un genocidio táctico a manos de la fuerza combinada de jueces, dispuestos a sacrificarlo todo para detener la plaga y salvar a la humanidad, la historia apuesta más por el espectáculo grandioso que por la densidad temática que otras sagas han explorado. Eso no impide que, como lectura visceral, DÍA DEL JUICIO tenga su encanto, porque si lo que buscas un desfile ininterrumpido de caos y explosiones, este título es para ti.
Su valor reside en la ambición que representa: un crossover masivo entre dos universos, con una amenaza global, una mezcla de horror y ciencia ficción, y algunos momentos visuales francamente espectaculares. Aquí hay suficiente acción y espectáculo aquí para satisfacer al lector ávido de caos postapocalíptico. Es, después de todo, Dredd contra zombis. Y a veces, con eso basta para hacernos felices.
NOTA FINAL: 3/5
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