John Wiswell y el monstruo que quería un hogar – Una charla con el autor sobre su novela ALGUIEN EN QUIEN ANIDAR, que publicará en español el sello Alianza Runas en enero de 2026

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 | El autor habla de su novela debut, de la escritura desde el punto de vista de una persona neurodivergente y con la perspectiva de un monstruo.

Artículo basado en la entrevista al autor realizada por Tasha Robinson para polygon.com. |

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La novela debut de John Wiswell, SOMEONE YOU CAN BUILD A NEST IN / ALGUIEN EN QUIEN ANIDAR, fue señalada por el portal polygon.com como una de las publicaciones de ciencia ficción y fantasía más esperadas de 2024. Y, tras su lanzamiento, demostró estar a la altura: una historia tan extraña como conmovedora, que combina horror corporal con romance y que tiene como protagonista a Shesheshen, una criatura cambiaformas que busca un lugar en el mundo.

Durante una charla con el medio, Wiswell compartió los orígenes de la obra, las influencias que lo acompañaron y la manera en que su experiencia personal con la discapacidad y la comunidad queer atraviesa el relato.

La entrevistadora le recordó que había dicho en varias ocasiones que esta novela era la obra que llevaba toda su vida preparando. Wiswell confirmó esa idea. Explicó que tras quince años escribiendo cuentos, siempre con la intención de mostrar humanidad en lo inhumano, SOMEONE YOU CAN BUILD A NEST IN / ALGUIEN EN QUIEN ANIDAR le permitió expresar con claridad una mirada neurodivergente. Recordó que en su etapa de formación académica se le pedía insistentemente que creara personajes “neurotípicos”, y cómo debió desaprender esas imposiciones para poder contar sus propias verdades.

Reconoció, además, la influencia de autores como John Gardner, Madeline Miller y, especialmente, Martha Wells, cuyo personaje Matabot le demostró que un protagonista con un enfoque neurodivergente no solo era viable, sino que podía ser profundamente entrañable para todo tipo de lectores.

Al ser consultado sobre la descripción tan detallada del cuerpo de Shesheshen, Wiswell explicó que siempre le habían fascinado los cambiaformas, desde personajes como Mística en X-Men. Para él, la capacidad de alterar la apariencia encierra la metáfora del passing: ese esfuerzo por parecer “normal” y ocultar las diferencias, algo que asoció con su propia experiencia como persona queer y con discapacidad.

Comentó que Shesheshen vive en constante negociación con su físico, intentando que los demás lo perciban como aceptable. Sin embargo, lejos de sentir vergüenza, ella considera que su cuerpo es simplemente normal, aunque para otros resulte grotesco. Con esto, el autor busca transmitir un mensaje de aceptación: cada cuerpo es válido en su propia normalidad, sin necesidad de ajustarse a parámetros externos.

“Nunca antes había escrito una historia con una perspectiva tan claramente neurodivergente como la de esta novela. En cierta medida, esto se debe a que, tanto en la escuela pública como en la universidad, en todos los cursos de escritura me enseñaron a escribir sobre personajes con características neurotípicas”.

La conversación también giró en torno a su decisión de presentarse en sus biografías como “escritor queer” o “escritor discapacitado”. Wiswell explicó que no lo hacía al inicio, pero que con el tiempo entendió lo valioso que era para otros escritores y lectores verse reflejados en alguien dentro de la industria editorial.

Habló del movimiento #SayTheWord, que reivindica el término “discapacitado” como un paraguas inclusivo para experiencias muy diversas. Defendió la utilidad de la comunidad como espacio de apoyo mutuo, tanto en la lucha por derechos como en la vida cotidiana, compartiendo incluso anécdotas sobre cómo se acompaña con vecinos que también tienen condiciones de salud distintas.

La entrevistadora señaló que, además de la metáfora sobre el cuerpo, la novela aborda con fuerza el tema del trauma familiar. Wiswell admitió que ese aspecto surgió de manera orgánica a medida que el personaje de Homily, la pareja humana de Shesheshen, fue creciendo. Ella carga con conflictos con sus hermanos y con una madre dominante, lo que la obliga a confrontar quién quiere ser frente a lo que otros esperan de ella.

Para el autor, esta dinámica refleja cómo, en muchos casos, las parejas o familias elegidas dentro de la comunidad queer ayudan a resistir la presión de los vínculos de sangre. Habló de la importancia de ese acompañamiento, que no siempre es simbólico: a veces se traduce en estar presente en celebraciones familiares, solo para brindar apoyo.

La charla también tocó uno de los elementos más provocadores del libro: el deseo de Shesheshen de depositar huevos en su pareja. Wiswell confesó que siempre le había interesado la biología y la ecología, y que en parte se inspiró en el cine de ciencia ficción, con Alien como referente inevitable.

Explicó que esa imagen sirve como metáfora de un amor posesivo y destructivo, pero también como recurso para narrar el descubrimiento de la asexualidad de la protagonista. Según él, Shesheshen comienza creyendo que desea lo mismo que cualquiera esperaría, pero poco a poco comprende que sus anhelos son distintos.

Asimismo, recordó que el propio vínculo con su padre funciona como un símbolo poderoso en la novela: ella lo idolatra porque se dejó devorar, una metáfora de cómo los relatos heredados pueden moldear nuestra identidad hasta que logramos despojarnos de ellos para descubrir quiénes somos realmente.

Finalmente, Wiswell expresó su gratitud por la recepción crítica que ha tenido SOMEONE YOU CAN BUILD A NEST IN / ALGUIEN EN QUIEN ANIDAR. Señaló que lo más emocionante ha sido escuchar a lectores que se sintieron menos solos gracias a la historia, ya sea por el modo en que aborda la discapacidad, la identidad queer o el trauma familiar.

 

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