#HoyReseñamos la novela corta EL HOMBRE SIN NOMBRE de Laird Barron y publicado por La Biblioteca De Carfax, una historia de terror / noir ilimitada e introspectiva que está entrelazada en la mitología japonesa

No es nada fácil encontrar en el mercado editorial obras que combinen géneros, que fluyan de una manera ordenada y no acaben mostrando carencias notables en su desarrollo por la ingeniería de la simbiosis de la historia. Si además, los géneros son inicialmente tan extraños de solapar como el género negro y el terror lovecraftiano, la lectura del libro que abordamos hoy supone una verdadera sorpresa para los que somos apasionados del género fantástico.

La Biblioteca De Carfax publicó hace unas semanas la novela EL HOMBRE SIN NOMBRE de Laird Barron dentro de su colección de ficción corta denominada Deméter. Originalmente fue publicada en el año 2015, hace casi diez años ya a la fecha de redacción de este artículo.

La historia viene protagonizada por Nanashi, un personaje de carácter indómito aunque actualmente integrado en la Yakuza, una de las muchas organizaciones criminales japonesas que imperan su dominio en la sociedad. Su pasado oscuro pesa en sus reflexiones. Sus errores personales inundados de alcoholismo agotan la lucidez de su pensamiento.

Nanashi, que sería traducido como “el hombre sin nombre” recibe de su clan el encargo de secuestrar a Muzaki, un luchador norteamericano retirado, de manos de la banda criminal rival, para llevarlo a un balneario en las montañas y esperar nuevas órdenes de sus superiores. Este trabajo, que podría haber sido algo rutinario, se convierte en algo inesperado tanto para el protagonista como para sus compañeros criminales.

Dentro de la historia podemos disfrutar de esa típica criminalidad yakuza, en la que priman una cierta y aparente formalidad aunque después las escenas más duras impregnadas con sangre son las más viscerales que puedas llegar a leer y ver y de la que se inspiró Quentin Tarantino para su filmografía en una amplio número de sus películas y por las que goza de tantos adeptos. Por ello, en la novela no faltan las clásicas escenas de acción típicas del género negro.

La estructura de la historia está muy marcada, con una primera parte centrada principalmente en el clan criminal y una segunda a la que deriva la novela inspirada en el terror cósmico.

Por ello, destaca notablemente que una de las características propias de la novela es el posible desconcierto que puede sufrir el lector, ya que aborda una historia en un punto centrado en un género concreto y que se va desviando hacia otro mientras navega por una crónica de acontecimientos que mantiene con inquietud su lectura, avanzando con deseo página tras página.

En la novela aparecen también ensoñaciones o pensamientos que pasan por la mente del protagonista, esparcidos en algunos segmentos de sus páginas. Son escenas oníricas, desmarcadas parcialmente de la historia principal.

Aunque el peso de la novela recaiga en el protagonista principal, será la naturaleza de Muzaki la que dé clave a la historia, y sus palabras y acciones las que encierren al propio Nanashi.

Otra de las percepciones que hemos sentido en el desarrollo de la historia es que el autor comienza su relato de un modo absolutamente inexcrutable y según avanzan las páginas el lector puede ir desgranando las capas de inspiración lovecraftiana para descubrir la realidad, que desemboca en un terror más allá de lo imaginable.

Entre sus páginas también podemos descubrir algunos puntos de humor negro que se filtran dentro de la acción y la posterior pesadez ambiental.

El temor existencial va incrementándose en el avance de las páginas, cimentándose en el último tercio de la historia y que, como buena historia de terror ancestral, deja un poso de varios días con un nudo en el pecho y pensamientos sobre las influencias no humanas en la humanidad desde el principio de los tiempos hasta nuestros días.

Por otro lado, la traducción realizada por Antonio Rivas me parece sublime y denota un cuidado trabajo para mantener la esencia existencial por la que deriva el relato. Y sin duda, lo que destaca a primera vista es la ilustración de portada y contraportada que luce la publicación, obra de Santiago Sequeiros, que es toda una obra de arte y llama poderosamente la atención.

La verdad es que me sentí atrapado por esta obra desde que leí su sinopsis y me tuvo en vilo durante todo el proceso de lectura sin decepcionarme, por lo que la califico como absolutamente recomendable y te invito a que disfrutes de ella.

 

NOTA FINAL: 4/5

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Ficha Técnica

 

Título: EL HOMBRE SIN NOMBRE

Título Original: MAN WITH NO NAME

Autor: Laird Barron

Editorial: La Biblioteca De Carfax

Traducción: Antonio Rivas

Ilustración De Cubierta: Santiago Sequeiros

Género: Terror / Misterio

Encuadernación: Rústica

ISBN: 9788412564075

Páginas: 128

Fecha De Publicación En Español: 29/01/2024

Fecha De Publicación Original: 18/03/2016

Precio En Papel: 18,00€ – Precio En Digital:

¿Dónde conseguirlo?: Puedes adquirirlo AQUÍ

 

Sinopsis

Nanashi (nombre que significa anónimo o sin nombre) ha llevado una vida de violencia dentro del sindicato de la Grulla. Es un alcohólico rehabilitado a quien el clan Heron salvó la vida cuando estaba en su momento más bajo y le dio un propósito: la muerte. Perfeccionó el arte de la pistola y el cuchillo y ascendió de rango con rapidez entre los yakuzas convirtiéndose en un temido sicario. Su última misión, junto a un experto séquito de asesinos, es secuestrar a Muzaki, un famoso luchador retirado que se encuentra bajo la protección del clan rival, el sindicato del Dragón. El grupo lleva al luchador hasta un retiro en las montañas japonesas y ya desde el principio se intuye que las cosas no son como parecen y que Muzaki esconde un aterrador secreto.