| Horror extremo, sátira feroz y una protagonista que demuestra que no toda monstruosidad necesita una excusa… |
Reseña de MAEVE FLY de C.J. Leede y publicada por Dimensiones Ocultas (2025) | Ep. 3×038
No podemos negar en casa que la llegada del alguno de los nuevos títulos de Dimensiones Ocultas supone una emoción porque en ellos hemos podido comprobar que reúnen siempre entre sus páginas calidad y diversión (para lo que a cada uno le suponga este concepto).
En esta ocasión hemos leído MAEVE FLY de C. J. Leede, última de las novelas publicadas por el sello malagueño en el año 2025. En ella hemos encontrado incomodidad, ferocidad y una prosa deliberadamente excesiva. La autora arrastra al lector a la mente de una protagonista que no pretende disculparse por lo que es. Y es que desde sus primeras páginas queda claro que esta historia gira en torno al control del propio relato, a la rabia contenida y a la decisión consciente de abrazar la monstruosidad sin necesidad de justificaciones éticas.
Maeve es una joven que trabaja como princesa en un parque temático que encarna la fantasía, la inocencia y la felicidad prefabricada. Ese empleo, lejos de ser irónico o detestado, es algo que ella aprecia sinceramente. Sin embargo, cuando se quita el disfraz, emerge una vida nocturna marcada por la alienación, el cinismo y una pulsión destructiva que no encuentra salida en los canales socialmente aceptables. Esta doble vida, la brillante exhibición del día y la inmersión en lo sórdido de noche, desangra la novela como una especie de cuento de hadas corrupto, extremadamente urbano y absolutamente maduro.
La voz narrativa es sarcástica, mordaz y en ocasiones cruel, pero también posee una lucidez sorprendente. Gran parte del texto de la autora se enfoca en que el lector explore la mente de la protagonista a través de sus obsesiones, su sentido del humor oscuro, su amor hacia Halloween, su apego a su abuela enferma y su relación ambivalente con el mundo circundante. Esta primera parte, de carácter más introspectivo, actúa como un análisis del personaje que va tensionando la cuerda poco a poco antes de liberarla sin compasión.
Y al liberarse e irrumpir la violencia, lo hace sin ningún tipo de filtros. Pasamos hacia un terreno explícito propio del horror extremo, con pasajes concebidos para generar profundas inquietudes perdurables en el lector. Sin embargo, el impacto no solo radica en lo explícito, sino también en la diferencia entre lo cotidiano y lo aberrante, entre una protagonista que podría parecer cercana y las decisiones que toma al dejar de contenerse.
En la historia existe una reflexión clara sobre cómo la sociedad exige a las mujeres una explicación para su violencia, una herida fundacional que legitime su rabia. Maeve, en cambio, no ofrece un origen traumático que la absuelva, sino que simplemente es así.
Por otro lado, la ambientación también desempeña un papel fundamental. Los escenarios de Los Ángeles, con su combinación de decadencia y glamour y sus espacios icónicos, reflejan a la propia protagonista, dado que se presenta en una ciudad que oculta su corrupción mientras comercializa con los sueños. Y además, las referencias culturales y musicales acentúan la atmósfera febril del texto.
Además, la protagonista no se adapta a las convenciones narrativas tradicionales, y en base a esto podemos ver incluso como en este terror existe una subtrama romántica. Y es que su historia no persigue ni una redención ni un final cómodo, y la conclusión, que es dura, consistente y emocionalmente devastadora, intensifica el sentimiento de haber estado al lado de un personaje que se resiste a ser domesticado por la moral del que se enfrente a las páginas de la novela.
En definitiva, MAEVE FLY es una novela que apuesta por el exceso como forma de expresión. Es a veces extravagante, provocadora, satírica y, a su manera retorcida pero profundamente honesta. Quizás no sea una lectura para todo el mundo, pero para quienes buscan un horror que combine violencia extrema, reflejo social y una protagonista femenina con instintos fuera de los, esta obra se perfila como un futuro clásico de culto. Leede demuestra un dominio notable de la voz narrativa y una valentía poco común en la publicación comercial actual. Y nuestra suerte es que el editor de Dimensiones Ocultas haya capturado esta historia para traerla a nuestro idioma.
Muchas gracias al sello Dimensiones Ocultas por facilitarme un ejemplar de prensa para que os comente mis impresiones, absolutamente sinceras, sobre esta antología.
NOTA FINAL: 4/5
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